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miércoles, 17 de octubre de 2018

Viaje por una pequeña parte de Argentina.

Los paisajes argentinos te ponen en tu lugar por su belleza y sus dimensiones.



Buenos Aires el la metrópolis de partida. Desde el cielo se comprende su magnitud. Con pocos rascacielos, la mayoría de la población se expande en horizontal.
Nada más llegar hay que arreglar el asunto de la comunicación. Para ello compras una tarjeta del tiempo que necesites... pero lo que necesitas es tiempo para realizar esta compra ya que requiere acudir a tres establecimientos entre los que se encuentra la "farmacity"... ya lo entenderás cuando lo hagas.
Y empiezas a comer los dulces típicos, conitos, alfajores... lo que quieras siempre que te guste (te encante) el dulce de leche (por mi, no hay problemas).
De las carnes no te voy a hablar, si las pruebas (imprescindible), no volverás a pedirlas en ningún otro lugar del mundo: Un consejo, ojo de bife, bife de chorizo, chorizo (en forma de salchicha), morcilla (con demasiada canela), cordero de la Patagonia... Todo ello acompañado de los vinos argentinos, que también son muy buenos y más baratos que los españoles, o de una cerveza, Quilmes, Patagonia,... más flojas que las nuestras.
Encontramos el Restaurante "La Estancia" (uno de tantos) en la calle Lavalle, cerca del Obelisco. Por cierto, a nuestra llegada, se inauguraban los Juegos Olímpicos ¿juveniles? de 2018: todo cortado.

Para salir de los aeropuertos, puedes contratar un transfer o elegir un taxis, pero antes pregunta los precios.
Si llegas a Buenos Aires y tienes que desplazarte de un aeropuerto a otro, no olvides que hay casi una hora de trayecto en taxi entre ambos

Ten en cuenta que 1 euro son 43 pesos o $ argentinos (en el momento de nuestro viaje).

En la capital hay dos visitas atípicas pero ineludibles: el cementerio de La Recoleta, donde descansa, entre otras figuras ilustres, Evita y del que se suele decir que "En la Recoleta es más barato vivir que morir".
El cementerio es un lugar de peregrinaje o de visitas a los mausoleos y panteones que lo forman.
Y ya que estás allí, a la salida puedes ver el gran gomero, árbol, antiquísimo cuyas ramas pesan tanto que han tenido que sujetarlas con estacas y estatuas para que no caigan al suelo. 
Ya por la tarde, visitamos el famoso barrio de La Boca, del que los taxistas te recomiendan no desplazarte mucho de su calle turística "Caminito", ni quedarte por la noche.
Se trata de un barrio pobre, muy pobre, con casas a las que le vendría bien un arreglo.... hace ya unos años.
Pero el barrio (o mejor dicho, la calle), rezuma alegría y la gente, al menos las que conocimos, son amables, acogedoras y, como buenos argentinos, habladores.





Por una de esas casualidades coincidimos con algún tipo de celebración. La gente está en las calles, se hacen barbacoas y distintas "comparsas" desfilan bailando y tocando música carnabalera.















 
La otra visita obligada son las librerías de Buenos Aires y, entre ellas, la del Ateneo Grand Splendid. 





Antiguo teatro convertido en gran librería. Equivaldría a nuestra "Casa del Libro" de Madrid, pero con gusto. 


No sólo encuentras multitud de libros, sino que te dejar, te invitan a leerlos allí existiendo una zona de lectura y una cafetería.

 
Pero no es ésta la única librería. En todas las ciudades que hemos visitados te encuentras con librerías en las calles principales. Librerías cuidadas, con los libros al alcance del interesado y con libreros que comentan sobre literatura.
Mi grata sorpresa es que en las tres librerías que pregunté (en Buenos Aires, Ushuaia y Calafate) habían tenido algunos de mis libros... y los habían agotado.


USHUAIA.
Viajar a estas latitudes era uno de mis sueños y no me ha defraudado.

























Surcar el canal Beagle, por el que navegó Darwin, intuir que estás cerca del Antártico, pasear por una de las ciudades más meridionales, desde la que zarpan barcos que cruzan el cabo de Hornos para llevar a expediciones al Polo Sur, es una experiencia gratificante, casi espiritual.


Notas lo que la geografía puede influir en la gente que habita estos lugares.
Aquí, además de las carnes, es típico comer centolla.
Además de la capital, con su centro comercial, como en cualquier otra ciudad, existen numerosas excursiones y actividades para pasar más días de los que teníamos. Lago Esmeralda, recorridos en 4X4 o en trineos tirados por perros, el Glaciar Martial, senderismo por las montañas, paseo en helicóptero, son actividades que dejamos para otro (ojalá) viaje.


La tarde que llegamos, tras dejar el equipaje en una casa que alquilamos (buen sistema para alojarse de forma más barata), intentamos subir al Glaciar Martial, pero se nos echa la tarde encima y la nieve del camino se convierte en hielo con el peligro que conlleva, así que optamos por volver y tomarnos un café en el complejo de cabañas y cafetería "La Cabaña", muestra del gusto en decoración de este país.





      







 

El tren del Fin del Mundo.

Al día siguiente nos desplazamos en coche alquilado hasta la estación del tren del Fin del Mundo.

Las vías del tren fueron colocadas por los presos que preferían estar al aire libre (a pesar de la dureza del clima) a pasar todo el tiempo en la cárcel.
El tren recorre el parque nacional de Tierra del Fuego y puede observarse los tocones de los árboles cortados, también por los presos para el negocio maderero. 


El trayecto se realiza a una velocidad apenas superior a la de una persona trotando lo que permite gozar del paisaje y se realizan dos paradas: una de 15 minutos para ver una pequeña cascada y otra al final del trayecto (lo que se tarda en cambiar el sentido o visitar los W.C.



Durante el trayecto te van explicando la historia del tren. Te enteras, por ejemplo, que sólo un preso se escapó y fue encontrado muerto poco después. Se llamaba Pipo y su nombre se lo pusieron al río que acompaña las vías.

El tren es el original con vagones de madera y vía estrecha.
El calificativo de Tierra de Fuego proviene de la observación de los primeros exploradores que veían hogueras constantemente (incluso en las canoas que, junto a la grasa lobo con la que untaban su cuerpo, los habitantes de la zona se defendían del frío, ya que no llevaban apenas ropa.


















El billete de tren vale 420 $ argentinos (algo menos de 10 euros).

NAVEGANDO POR EL CANAL BEAGLE.




Más tarde zarpamos en un barco de la empresa "Tres Marías" por el canal Beagle o canal Onashaga (canal de los onas, nombre que se los nativos le daban a los del norte, es decir, a todos los que no eran ellos). 

Junto a la entrada del puerto, se encuentran las casetas de madera de las distintas empresas que te ofrecen excursiones en barco. Unas te llevan en catamaranes, otras ofrecen barcos más rápidos. La nuestra dice ser la única que tiene permiso para acceder a la isla "H" para recorrerla haciendo trekking.
La actividad dura varias horas (unas 4) y cuesta unos 1700 $ argentinos (+ 20 por tasa de pasajero para entrar en el puerto).
La excursión te lleva a la isla pequeña donde descansan los leones marinos y los cormoranes.
Luego nos acercamos hasta la isla donde se encuentra el faro Les Eclaireurs, donde también hay una colonia de leones marinos, de vuelta desembarcamos en la isla H (el nombre le viene de una manga de tierra que aparece y desaparece con las mareas y que une dos brazos paralelos entre ellos y perpendiculares a la lengua.
La isla merece la pena. El guía te va explicando la flora y fauna (aves). No debes salirte del estrecho sendero para evitar deteriorar la naturaleza.
Las plantas son de intensos colores. duras, adaptadas. 
Se ven grandes algas de las que tienen vesículas llenas de aire (neumatocistos) que les permite "levantarse desde el fondo" como si fuesen árboles.
Hasta  la orilla llegan troncos de árboles arrastrados y pulidos por el mar, de un color casi blanco. También se encuentran esqueletos de aves y de leones marinos, así como de cetáceos.


Navegar por el mismo canal por el que lo hizo el Beagle en el viaje en el que Darwin fue elaborando "descubriendo" su teoría es apasionante. Frente a ti se abre una inmensa masa de agua en el que se encuentran el Atlántico y el Pacífico. A ambos lados montañas nevadas. La vista se pierde, te sientes pequeño. Un privilegiado invitado a una zona natural, inhóspita.
Para terminar un café y unos dulces en la cabina del barco, junto al patrón que lleva el timón sin mucha atención, relajadamente. Mientras surgen conversaciones con el guía.

EL CALAFATE Y EL GLACIAR PERITO MORENO EN LA PATAGONIA ARGENTINA


El Calafate es una ciudad extraña, o mejor, diferente. Derramada en la Patagonia, en lo que fue el fondo del mar, de casas bajas (casas matas) y calles amplias en las que los perros pasean o duermen sin molestar y sin que se les moleste. Con una calle principal turística y calles polvorientas y sin asfaltar. Con un número elevado de restaurantes para los habitantes censados, donde prima la carne, la buena carne destacando el cordero patagónico (aunque a nosotros nos siguió gustando mucho más la ternera).

La ciudad sirve como punto de partida para, siguiendo la ruta 40, visitar el Parque Nacional Los Glaciares y, más concretamente el glaciar Perito Moreno o hacer senderismo por El Chaltén.

Una cosa que debe uno tener en cuenta en esta ciudad es que no existen normas de circulación, por extensión tampoco en el resto del país, de hecho en Ushuaia no existen semáforos para peatones, sólo los hay para los vehículos. En Calafate no puedes fiarte de un paso de peatones (normalmente borrados), ni de salir por la derecha. Así que seas peatón o conductor hazte a la idea de que hasta que la carretera no esté vacía, no puedes pasar.
Salimos por la tarde hacia el Parque Nacional Los glaciares. Para ello circulamos por la ruta 40, recta interminable por la que el viento, normalmente reinante en esta zona, empuja el coche. El paisaje a ambos lados se pierde hasta delimitarse con montañas altas y jóvenes en dirección a Chile y viejas y achatadas en el lado opuesto.



El impresionante glaciar Perito Moreno



Puedes haber visto imágenes y documentales sobre este glaciar, pero hasta que no estás allí, no comprendes la dimensión con la que te enfrentas.
El parque ha colocado unas pasarelas elevadas que van bifurcándose conforme vas bajando y acercándote al frente del glaciar. Puedes optar por el viaje en barco que te acerca más aún, pero no debes perderte la vista desde las alturas que te permiten mayor perspectiva. 
 

Frente a esta masa helada se entiende de donde viene el color celeste de la bandera argentina.
La entrada al parque (se paga unos kilómetros antes) cuenta 600 $ argentinos, los merece hasta el último céntimo. El parque cierra a las 18:30.
Recomiendo que se guarde algo de tiempo para pasear por las pasarelas y disfrutar del bosque de los pájaros (carpinteros) que puedes encontrar.
Periódicamente se escucha un "trueno" proveniente del empuje y ruptura del hielo y, con suerte, ves caer algún trozo.


















lunes, 2 de julio de 2018

Comunicación afectiva en emergencias.

Os dejo aquí un vídeo que muestra la necesidad y la eficacia de formar a los intervinientes en emergencias y catástrofes en técnicas de comunicación afectiva.
https://www.youtube.com/watch?v=_Gmn2o3pht4

Deuda con los que sufrieron mientras mirábamos para otro lado

Estimado Sr. Coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla:
Dirijo a Ud. esta carta, aunque realmente es para todos los Guardias Civiles de España, los de ahora y los de un pasado reciente e, igualmente, a sus familias.
Hace unos meses me regalaron “Patria”, un libro que no tenía ganas de leer. No me interesaba el conflicto vasco. Peor me lo puso el primer capítulo, en el que una mujer hablaba con un muerto y tenía una conversación interna. Un libro de difícil lectura por el dolor que me causaba comprender cómo vivieron muchas familias los años de la barbarie etarra. A pesar de que, a veces, se me hacía insufrible empatizar con las víctimas, reconocer que aquello describía una verdad dolorosa, me forcé a terminar su lectura porque comprendí que se lo debía a todos aquellos españoles.
Hace unos días, la 2 de RTVE proyectó “11D. Una mañana de invierno” una película en la que se narraba el atentado de la casa cuartel de Zaragoza donde tantos inocentes murieron.
Conocía el atentado, como conocía otros muchos, a través de algunas escenas que había visto de forma fugaz repetidamente en algunos informativos, pero la película me sumergió en una realidad humana en la que ponía caras y vidas a hijos, mujeres, compañeros…
Creo que es una película que se le debía a Cuerpo que Ud. representa, creo que es una historia que todos deberíamos conocer.
En los años en los que ocurrieron éste y otros atentados, yo estaba en la Universidad y era joven, quizás sólo eso pueda argumentar en defensa de mi pasividad.
En aquellos años, se nos ocultaba parte de la historia, la del drama humano y la sociedad española, yo, no queríamos involucrarnos, no queríamos que fuese con nosotros, salvo por el miedo a que nos afectara como víctimas colaterales. En aquellos años, la sociedad española, yo, no fuimos conscientes de la lucha y la incomprensión que la Guardia Civil (como la policía) y sus familiares sufrían. En aquellos años, la sociedad española, yo, éramos más cobardes o actuábamos de forma más cobarde respecto a la defensa y apoyo que Uds. merecían.
Sr. Coronel, Srs. guardia civiles, familia de éstos:
Perdón. Perdón por haberles ignorado, abandonado en esa y tantas casa cuartel. Perdón no no haberles apoyado, por no haber contado con nuestros abrazos, nuestros hombros donde llorar sus pérdidas, nuestros aplausos, nuestra indignación ante lo que les ocurría.
Gracias. Gracias por todo lo que hicieron por nosotros. Todo lo que hicieron y que nunca sabremos no podremos agradecerles.
Me despido de todos Uds. con mi respeto.
Juan M. Fernández Millán

jueves, 14 de junio de 2018

Cuando creíamos que siempre seríamos jóvenes.


Cuando éramos niños, incluso cuando llegamos a la adolescencia, creíamos que siempre seríamos así, jóvenes, vigorosos, utópicos, con ganas y fuerzas para “comernos” el mundo.
Además creíamos que D. Paco, D. Créspulo y la Sra. Vicenta siempre habían sido así: “viejos”, con toda la relatividad que, a esa “tierna” edad, conlleva el término (ahora a los de la misma edad suelo calificarlos de jóvenes –“pero si tú eres aún muy joven, con toda la vida que te queda por delante…”-.
Una tercera creencia, por falta de perspectiva, era que dolores y sufrimientos sólo los teníamos los jóvenes: mal de amores, obligación de estudiar, huesos rotos, peleas entre individuos con altas dosis de testosterona, raspaduras y “costras de sangre” de infinitas aventuras/caídas/juegos. Los mayores, a nuestro entender, no sufrían, a lo más, enfermaban y se morían. No conocíamos, los sinsabores del trabajo, de las relaciones familiares/amistades, la preocupaciones económicas, la artrosis, la miopía o la vista cansada o la preocupación por la situación política (no aludo a los problemas del equipo de fútbol porque para mi, ni lo eran, ni lo son).
Cuando éramos niños o adolescentes el mundo era simple, lineal, a corto plazo y el tiempo pasaba tan lentamente. Siempre, aunque no lo creyéramos o ni siquiera nos diésemos cuenta, había alguien que te sacaba de los líos o arreglaba los problemas que te rodeaban. Un hermano mayor te enseñaba la física o las ecuaciones, tu padre te arreglaba la bicicleta o la gotera de la casa, tu madre se pasaba la noche en vela poniéndote paños de agua fría o te untaba el pecho de Vicks Vaporub, tu maestro te decía que estaba bien y que estaba mal...
Luego, muy a pesar nuestro, nos hicimos mayores, responsables. Ahora te toca solucionar los problemas de tus hijos, de la comunidad de vecino, de tu país e, incluso, de los líos en los que nos meten Trump, la inmigración, el crecimiento sostenible y la jubilación. Ya no hay blanco y negro, bueno o malo (como en las pelis), sino grises, una infinita escala de grises en la que no aciertas ni a la hora de vestir.
El caso es que un día parpadeé y, de repente, me encontré una vida más larga por de tras que por delante y gente joven que me llama de Vd.

jueves, 3 de mayo de 2018

ROMPIENDO UNA LANZA POR LA PROFESIONALIDAD DE LOS PSICÓLOGOS QUE REALIZAN LAS SELECCIONES DE PERSONAL PARA PLAZAS PÚBLICAS.


ROMPIENDO UNA LANZA POR LA PROFESIONALIDAD DE LOS PSICÓLOGOS QUE REALIZAN LAS SELECCIONES DE PERSONAL PARA PLAZAS PÚBLICAS.
Todos los años, en todas las oposiciones, pasa lo mismo. Si te descartan en el reconocimiento médico, la prueba de conocimiento general, el dictado, el examen sobre la Constitución, te deprimes y lo aceptas.
Pero si es en el “psicólogo” (psicotécnicos y perfiles de personalidad + entrevista). Eso ya es otra cosa… ¿Qué sabrán estos psicólogos si los primeros que están locos son ellos?… ahí sólo las pasan los enchufados.
No se pone en duda la profesionalidad de otros profesionales, y NO DEJA de ponerse en duda la de los psicólogos.
Voy a intentar aclarar algunas dudas/críticas.
1.       Partamos de que cómo en el resto de los procesos no descarto una mano negra al 100 por 100, pero lo normal y lo profesional es que las pruebas psicológicas sean tanto o más objetivas que el resto, ya que son prueban estandarizas que cuentas con estudios de fiabilidad y de validez que las avalan. Otra cosa es que a nadie le guste ver sus defectos y menos después de invertir tanto tiempo y dinero en prepararse el futuro o que la presión del examen, los nervios, la falta de sueño… puedan hacer mella en como entiendo las instrucciones o contesto la prueba (como en la de conocimientos, las físicas…).
2.       Sobre las pruebas tanto de inteligencia (aptitudes) como de personalidad en las evaluaciones de los psicólogos de melilla no las corrigen el/la psicolog@ “presencial, es decir, el que está presente en la prueba, sino que las hojas mecanizadas se mandan a una empresa de edición de las pruebas y las corrige “una máquina”. Todo ello con hojas en las que aparece un número, nunca nombres y apellidos de los candidatos para darle la mayor transparencia.
3.       El perfil que se busca y los cortes de puntuación se eligen a priori por los psicólogos y son aprobados por el tribunal, normalmente cortes de normalidad (no superiores por ser bomberos, policías…) y que ya vienen determinados por la propia prueba. El psicólogo sólo se limita a comparar ese perfil exigido con el de los candidatos y, en caso de que no aparezcan candidatos “idóneo” aconseja al tribunal dónde ser más flexibles.
4.       Las pruebas de personalidad NO SE PUEDEN NI SE DEBEN PREPARAR.
5.       Las pruebas psicológicas están estandarizadas con estudios nacionales/internacionales en los que se ha probado su fiabilidad y validez. Si uno no obtiene el perfil que cree que es el suyo es porque no se conoce bien (no reconoce sus características) o porque se ha equivocado al contestar o porque le han aconsejado que conteste con el “A veces” o porque ha contestado pensando en lo que creen que se busca en vez de lo que les refleja personalmente, sacando resultados catalogados por los manuales como “distorsionados” y poco “sinceros” invalidando los resultados obtenidos.
6.       Si vas a “prepararte” en una academia, elije bien. Hay academias en las que te prepara una persona que no está cualificada. Por ejemplo, te aconsejan que contestes con el “A veces”, lo que supone que tu perfil es “ni chicha, ni limoná” y en estas pruebas se buscas perfiles o chichas o limoná. Luego buscamos confabulaciones o conspiraciones entre los psicólogos y la academia que prepara mejor a su gente (y cuando digo preparar, me refiero a aconsejar). Mira por donde, cuando una academia tiene mucho éxito preparando otras pruebas, nadie piensa que está “conpinchada” con el tribunal.
7.       Seguimos con las academias y las conspiraciones. Otra queja es sobre la casualidad de que las pruebas psicológicas de las oposiciones coinciden con las empleadas en cierta academia (un año es una, el otro, otra). Pues si, es verdad… y lógico. Vuelvo a decir que las pruebas son estandarizadas, están en el mercado, no pueden usarse ninguna que no lo esté (sería motivo para reclamar) y, por tanto, un profesional que se haya leído las bases puede deducir que pruebas (más o menos) pueden utilizarse. Pero… también es ilegal que estas pruebas se usen para “preparar” siendo estandarizadas. Mucho más si la academia que las usa las tiene fotocopiadas o las usa un profesional que no está cualificado para hacerlo.
8.       Igualmente, al no conocerse qué perfil (competencias o rasgos de personalidad) se buscan, no puede prepararse. Además, cómo hacemos para memorizar la respuesta “correcta” de unas 200 preguntas (si, a veces, nunca/no). Vuelvo a decir, no pueden prepararse. SÉ SINCERO Y PUNTO.
9.       Puntos débiles de esta prueba es la elección del perfil y el momento de pasarlas. Respecto a la elección del perfil, hoy en día se han descartado los rasgos de personalidad (salvo para eliminar trastornos) utilizándose competencias que no son elegidas por “sabios”, sino por los propios empleados y sus jefes (que son los que más saben sobre las habilidades que requiere el puesto). Pero los psicólogos se ven obligados a utilizar el sistema de evaluación que dictan las bases, que son cuestionarios siempre, acompañados de entrevista. Sobre el segundo aspecto, el momento de pasarla, yo aconsejaría que fuesen las primeras: mientras que uno puede prepararse mejor las aptitudes físicas o estudiar más las leyes, los rasgos de personalidad o las aptitudes/competencias, son difíciles de modificar (requieren más tiempo) y si nos referimos al padecimiento de trastornos (depresiones, psicosis, …), más aún. Por muy preparado que uno esté físicamente o que se sepa los contenidos teóricos, si uno es un pirómano, nunca debe ser bombero y si uno es depresivo, no debe ser policía.
10.   El anterior tema enlaza con el siguiente. El tema de “a mi me suspendieron la vez pasada porque me dijeron que no cumplía el perfil y ésta he pasado, ¿cómo puede ser?” Pues fácil, porque Ud. ha cambiado y ahora tiene los factores que se buscan en el perfil. Desde la anterior convocatoria es posible que en su vida hayan ocurrido acontecimientos que le ha hecho cambiar (ahora se piensa más las cosas o tiene más confianza con las personas…). También puede ser que la forma de contestar (o los consejos que le dieron de cómo hacerlo) sean distintos.
Para finalizar. Si Ud. sigue pensando/creyendo que no pasa las pruebas porque hay una conspiración para que así ocurra y no se plantea que, quizás, se deba a Ud., es muy probable que nunca llegue a aprobar y se amargue la vida.


jueves, 1 de febrero de 2018

Comunicación en emergencias. Durante el rescate.

2ª entrega de la serie formativa sobre comunicación en emergencias y catástrofes. En esta nos centramos en la comunicación durante el rescate de personas afectadas.